Cuando somos personas generosas y compasivas con los demás, siempre estamos dispuestos a ofrecer nuestros talentos para satisfacer necesidades. Pero antes de emprender cualquier cosa, siempre debes hablar con Dios sobre ello.

Cuando somos personas generosas y compasivas con los demás, siempre estamos dispuestos a ofrecer nuestros talentos para satisfacer necesidades. Pero antes de emprender cualquier cosa, siempre debes hablar con Dios sobre ello.
Todos sabemos que el orgullo es un defecto desagradable (incluso un pecado) y, en aras de la humildad, a veces rechazamos los elogios. ¿Dónde está la línea entre estar orgulloso de un logro y tener orgullo?