Al leer las promesas de Dios en la Biblia, dirigimos nuestras oraciones y acciones hacia lo que podemos recibir. Esto no está mal, pero también hay que recordar que a veces hay que tener determinación para dar.

Al leer las promesas de Dios en la Biblia, dirigimos nuestras oraciones y acciones hacia lo que podemos recibir. Esto no está mal, pero también hay que recordar que a veces hay que tener determinación para dar.