Todas las situaciones pueden desencadenar todo tipo de emociones. ¡Así es la vida! Es importante recordar que resolver la situación no cambiará nuestras emociones. Lo ideal suele ser empezar por abordarlas.

Todas las situaciones pueden desencadenar todo tipo de emociones. ¡Así es la vida! Es importante recordar que resolver la situación no cambiará nuestras emociones. Lo ideal suele ser empezar por abordarlas.
Cuando estamos enojados, ya no somos racionales. Podemos decir o hacer cosas de las que luego nos arrepentimos. La ira es inevitable, pero debe ser domesticada si no queremos ahogarnos en su ola destructiva.
Sabemos quién es Dios; sabemos que tenemos que venerarlo. Pero a veces, generalmente después de una oración sin respuesta, experimentamos más que desilusión, estamos enojados con Dios. ¿Qué hacer con este sentimiento?