Igual

A cada uno a su camino

Ya sea en el amor, en nuestro camino profesional o incluso en nuestro crecimiento espiritual, debemos recordar que Dios nos creó a todos diferentes con una misión diferente. Por tanto, es inútil imitar a los demás.

Todos somos iguales

Frente a la eternidad, solo hay dos posiciones: nacido de nuevo o muerto espiritualmente. Una vez salvos, todos somos iguales ante los ojos de Dios. No hay niveles entre cristianos. Todos somos amados por igual y todos tenemos las mismas responsabilidades.