Al leer las promesas de Dios en la Biblia, dirigimos nuestras oraciones y acciones hacia lo que podemos recibir. Esto no está mal, pero también hay que recordar que a veces hay que tener determinación para dar.
¿Una estatua a tu nombre?
Cuando miramos las estatuas de personajes históricos, pensamos en el impacto extraordinario que han tenido en su comunidad a través de sus acciones. Bueno, según la Biblia, ¡así es también como Dios nos ve!
Viviendo en abundancia
¿Quién no quiere que sus ahorros se multipliquen? No tener deudas y tener suficiente dinero para satisfacer nuestras necesidades y deseos, sin dejar de ser generosos. Según la Biblia, ¡la forma de multiplicar nuestros activos es bastante sorprendente!