A nadie le gusta mostrar sus debilidades. Nadie quiere admitir sus errores. Sin embargo, Dios nos anima a permanecer humildes y reconocer nuestros defectos. ¿Eres capaz de hacer esto?


A nadie le gusta mostrar sus debilidades. Nadie quiere admitir sus errores. Sin embargo, Dios nos anima a permanecer humildes y reconocer nuestros defectos. ¿Eres capaz de hacer esto?