Al enfrentarnos a una situación difícil, a menudo nos preguntamos instintivamente por qué nos sucede. A veces encontramos la respuesta, pero también es posible que no la haya, y debemos aprender a cambiar la pregunta.

Al enfrentarnos a una situación difícil, a menudo nos preguntamos instintivamente por qué nos sucede. A veces encontramos la respuesta, pero también es posible que no la haya, y debemos aprender a cambiar la pregunta.
Todos somos historias escritas por Dios. Pero es fácil odiar ciertas partes de tu historia porque tal vez tu historia no resulte como esperabas.