Generalmente no tenemos problema en encontrar nuestros defectos, pero no debemos olvidarnos de descubrir también los tesoros que Dios ha puesto dentro y alrededor de nosotros. Nos espera una gran riqueza; ¡solo tenemos que encontrarla!

Inevitablemente, como a menudo hablo de temas que giran en torno a “cómo encontrar pareja”, a menudo recibo comentarios como: “No deberías estar buscando. Deja que la persona se acerque a ti de forma natural. » Declaraciones como esta contienen algo de verdad. Pero esta simplificación excesiva puede hundirnos en una pasividad confusa.