Como cristianos, a menudo imaginamos que la llenura del Espíritu Santo es una experiencia emocional. Puede que sea emocional o no. Pero debemos pedirle a Dios que nos llene regularmente con Su Espíritu Santo.

Como cristianos, a menudo imaginamos que la llenura del Espíritu Santo es una experiencia emocional. Puede que sea emocional o no. Pero debemos pedirle a Dios que nos llene regularmente con Su Espíritu Santo.
Seguir lo que Dios dice, especialmente en el área de las relaciones, puede ser difícil, e incluso frustrante, cuando vemos con qué facilidad los incrédulos obtienen lo que quieren. Pero persevera: estarás feliz de haber mantenido tus normas.
Cuando miramos lo que sucede a nuestro alrededor, nos invade la preocupación. Sin embargo, Dios todavía está en su trono y no ha perdido ninguna de sus riquezas ni su amor. Al fijar nuestros ojos en Él, sabemos que Su provisión llegará pronto, ¡incluso en las relaciones!
Debido a que somos humanos y a nuestra carne no le gusta ser disciplinada, a veces podemos volvernos negligentes, lo que ralentiza nuestro progreso en la fe. Lo importante es no esperar hasta que sea demasiado tarde para volver a Cristo.
¡Es muy raro en la Biblia hablar de las grandes cualidades de la serpiente! Por eso, cuando Jesús nos pide que lo imitemos, debería sorprendernos lo suficiente como para hacernos pensar. ¿Qué nos enseña este pasaje?