Dios es un Padre bueno que generosamente nos da todo lo que necesitamos. Puesto que somos sus hijos, también debemos ser generosos como nuestro Padre, pero nuestra carne egoísta no está dispuesta. Entonces, ¿cómo se desarrolla esta habilidad?
En resumen, gratitud y reverencia
Al leer el primer capítulo de Romanos, entendemos que nuestra salvación eterna, pero también nuestro bienestar diario, simplemente se reduce a “a quién” elegimos reverenciar y a quién damos nuestra gratitud.
Ser lleno del Espíritu Santo diariamente
Como cristianos, a menudo imaginamos que la llenura del Espíritu Santo es una experiencia emocional. Puede que sea emocional o no. Pero debemos pedirle a Dios que nos llene regularmente con Su Espíritu Santo.
No te arrepentirás
Seguir lo que Dios dice, especialmente en el área de las relaciones, puede ser difícil, e incluso frustrante, cuando vemos con qué facilidad los incrédulos obtienen lo que quieren. Pero persevera: estarás feliz de haber mantenido tus normas.
Dios siempre provee
Cuando miramos lo que sucede a nuestro alrededor, nos invade la preocupación. Sin embargo, Dios todavía está en su trono y no ha perdido ninguna de sus riquezas ni su amor. Al fijar nuestros ojos en Él, sabemos que Su provisión llegará pronto, ¡incluso en las relaciones!